Viajar implica mucho más que moverse un lugar a otro. Viajar significa crecer, inspirar e inspirarse, vivir y descubrir.
Viajar a Roma significa todas esas cosas y puede que más; puede significar viajar al pasado, al presente y al futuro, todo en una misma ecuación.
Pero en el fondo no os estamos contando nada que no sepáis, ¿verdad? Así que vamos a hacer algo diferente.
¿Qué os parecería visitar otro de los numerosos rincones de la historia y el arte que Roma alberga y llenar el estómago? Apuesto a que la idea no os desagrada, el lugar es la capilla de Santa Mónica en el corazón de la capital.
La capilla de Santa Mónica
Mónica no recibió la condición de Santa por no hacer nada. Se podría decir que lo recibió por la gracia de Dios, desde luego, pero sin ayuda de nadie.
Y es que su vida estuvo llena de almas descarriadas y desorientadas que ella bien supo guiar hasta su salvación, entregando cada día todas sus energías.
Desde su marido, Patricio, el cual era un hombre pagano y de temperamento violento, hasta su hijo, Agustín, cuya vida no era precisamente ejemplo de buen cristiano, Mónica aguantó y amortiguó los avatares de la vida con bondad y piedad. Ambos hombres acabaron siendo buenos cristianos gracias al amor que Mónica les profesó de manera incondicional.
Así pues, Mónica, que pasó a ser Santa Mónica, recibió en Roma su propia capilla dentro del ahora denominado Colegio Internacional de Santa Mónica de los Padres Agustinos -frente al Vaticano-, en referencia a su hijo, San Agustín, el cual acabó congregando a la Orden de San Agustín.
Aunque la Capilla de Santa Mónica pueda parecer antigua, en realidad su construcción se remonta tan solo al año 1941. Pero ésto no es impedimento alguno para que podáis entrar a contemplar un buen pedazo de arte e historia.
Si vas a Roma 5 días, es un monumento que deberías considerar visitar.
Gastronomía italiana
Os habíamos prometido que os recomendaríamos algunos restaurantes por los que pasar a llenar el estómago antes o después de visitar la Capilla de Santa Mónica.
Si decidís visitar primera la capilla, la mejor opción es comer algo antes de regresar de vuelta al Trastevere, y no podíais estar más de enhorabuena, puesto que cerca del lugar se encuentran algunos buenos restaurantes:
Perdincibacco
Es un restaurante barato que se encuentra a menos de una manzana de distancia de la Capilla de Santa Mónica y que se especializa en ofrecer platos típicos de la gastronomía italiana a un precio muy adecuado. Además, todos estos platos gozan de unos ingredientes frescos y una preparación artesanal.
Los clientes destacan el servicio, que resulta especialmente atento, y de sus platos se quedan con la pizza, la pasta y el tiramisú.
Tanto es así, que muchos aprovechan la estancia en Roma para repetir y comer productos italianos de verdad.
Ristorante la Vittoria
Si seguimos por esa misma calle, Via delle Fornaci, unos metros más hacia el sur, nos encontraremos con otro restaurante, Ristorante la Vittoria.
Al igual que el anterior restaurante, se encuentra a tan solo unos minutos caminando del Vaticano.
Aunque cuenta con opiniones algo más diversas, la mayoría son positivas. Destacan el hecho de contar con una terracita que viene especialmente bien en la temporada veraniega, puesto que corre la brisa mediterránea.
De su carta señalan las almejas con spaghettis, los mejillones con ajo y aceite y la pannacota.
Se dice que no es el mejor lugar de Roma para tomar café, pero si eso no os resulta un impedimento, puede que ésta sea vuestra mejor opción.
Si en lugar de comer después de la visita decidís hacerlo antes, en el Trastevere, os dejamos con tres opciones.
Al Fontanne
Es un restaurante idóneo para los que vayan en comitiva familiar, puesto que su ambiente es inmejorable gracias a la familia que lo regenta.
Luppolo Station
Pese a ser algo más caro -25€ el menú frente a los 17€ de media de Al Fontanne- ofrece un ambiente acogedor con una decoración propia de los años 20.
Además de disfrutar de comida típica romana, podréis degustar diferentes vinos y cervezas artesanales, y buena música de fondo.
Dar Poeta
Por último recomendamos Dar Poeta por tratarse de una de las opciones más económicas -15€ de media con bebida incluida- y que además ofrece algunas de las mejores pizzas de toda Roma.
No negaremos que, después de tanto hablar de comida, a nosotros también nos ha entrado el hambre. Así que, ¿dónde comemos?
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