Alrededor de diez mil personas visitan cada día el estado del Vaticano, muchos turistas se entremezclan con los fieles que van en peregrinación a saludar al Papa Francisco.
Sea cual sea la causa que te ha llevado hasta allí, hay un lugar que no puedes perderte, los Museos Vaticanos.
Los museos están formados por una serie de estancias y galerías que siglo tras siglo han ido llenándose con obras de incalculable valor artístico.
La primera aportación fue del Papa Julio II, que en 1503 creo la base de estos museos a partir de su colección de arte privada.
Desde entonces nuevos edificios fueron construidos y las instalaciones de los Museos Vaticanos han ido ampliándose para poder albergar las innumerables obras que los siguientes pontificados han ido adquiriendo.
Al final de este artículo tienes un detallado vídeo del lugar donde están los museos y sus alrededores.
Los museos Vaticanos
Son muchas y variadas las colecciones que encontraremos en los Museos Vaticanos, restos arqueológicos, frescos de los mejores artistas renacentistas, arte antiguo de diferentes épocas, un sinfín de documentos históricos, impresionantes pinacotecas y hasta una colección de arte contemporáneo.
Enmarcado en un entorno arquitectónico incomparable, los museos de la Santa Sede son, sin duda alguna, la mejor base de datos de la historia del arte de la humanidad.
Como si de un festín se tratara, empáchate del arte que encontraras a cada paso, embriágate y disfruta, pero no olvides dejar un hueco porque tras los veinte museos aun queda lo mejor, el postre.
El postre se exhibe ante nuestros ojos en forma de capilla, la incomparable Capilla Sixtina.
Es el más preciado tesoro del Vaticano, de Roma y del mundo. Fue construida por orden del Papa Sixto IV entre 1473 y 1481, de ahí su nombre. No es un edificio que precisamente llame la atención por su arquitectura, su grandeza esta en los incomparables frescos que inundan toda la estancia.
Basta con echar la vista al cielo de la Capilla Sixtina y podremos ver el regalo que el gran artista renacentista Miguel Ángel dejó al mundo. Aunque no fue el único, Botticelli, Luca, Perugino o Rafael Sanzio también plasmaron su arte en este delicioso pastel.
Todo el techo es obra de Miguel Ángel, cuatro años necesitó para terminarlo, desde 1508 hasta 1512.
En su parte central podemos encontrar nueve escenas del Génesis, la Creación, Adán y Eva en el Jardín del Edén y el Diluvio, siendo La creación de Adán la imagen más famosa y fotografiada de la cúpula.
Si alzamos la vista sobre el altar mayor se encuentra otra obra maestra de Miguel Ángel, el Juicio Final. Es un fresco grandioso en dimensiones y detalles, en él se representa el Apocalipsis de San Juan.
Este trabajo creó muchas controversias en la Santa Sede ya que Miguel Ángel representó a las figuras completamente desnudas, incluso a punto estuvieron de ser borradas. Años más tarde, Daniele da Volterra fue el encargado de cubrir los genitales del fresco al resultar inmorales y obscenos para un altar mayor.
Con o sin pudor, supone un gran deleite para el espectador y un inmejorable broche final para un fantástico día de cultura y arte en el Vaticano y en Roma.
Horarios de los Museos Vaticanos y Capilla Sixtina
Horario de los Museos Vaticanos y Capilla Sixtina de 8:30h. a 18h., cerrado los domingos, excepto el último domingo de cada mes de 8h. a 14h. donde además, la entrada es gratuita. Tiempo medio de cola entre 1 y 2 horas.
Gana tiempo ahorrándote la cola y visita con un guía los museos Vaticanos, la Basílica de San Pedro y la Capilla Sixtina. Consulta a continuación las diferentes opciones disponibles.
Si vas a visitar estos espectaculares museos te recomendamos las siguientes actividades que hemos probado y nos parecen imprescindibles:
Alfredo says
Hola a todos, visite Roma hace un mes, demasiada gente por lo del Papa Francisco, nos pilló de sopetón así que poco pudimos hacer. No sé realmente si fue una suerte o una desgracia haber estado por allí, mi mujer cree que una suerte pero lo cierto es que dabas una patada a una piedra y salían 4 o 5 monjas, 6 teólogos y 8 periodistas de prensa internacional. Pero bueno, un momento histórico al fin y al cabo.
La plaza de San Pedro increíble, los museos también, por el contrario algunos sitios cerrados a cal y canto y otros tan sumamente atestados de gente que era imposible pararse a admirar nada.
Nos quedamos sin ver la Capilla Sixtina, solo falto un cartel que rezara “cerrado por cónclave” o algo parecido, así que me conformare con leer los artículos como los de este blog o la Wikipedia.
Espero volver pronto, eso sí, más bien en invierno y cuando no haya un evento de magnitud internacional.