Quiero contarte una vieja historia de la Basílica de Santa María la Mayor con el que quiero que entiendas lo importante de este símbolo de Roma.
Bajo un todopoderoso sol que se quería especialmente espléndido aquel mes de agosto, se encontraba el papa Liberio.
Liberio albergaba infames sentimientos encontrados en su interior, pues cargaba con la responsabilidad de oponerse al emperador sin saber si la fuerza del pueblo soplaría en la dirección de sus pisadas.
Cuando el sol conquistaba las crestas de las montañas con su ejército de fulgores, la admiración de Liberio se convertía casi en un acuciante sentido de insignificancia de no ser por los congregados que le respaldaban.
Fue entonces cuando, tras un chasquido sordo, la Virgen María se apareció ante la atónita mirada de los presentes. No dijo nada; sin más, señaló hacia la colina del Esquilino. En el instante en que la nieve, venida de algún lugar ignoto, cubrió aquella vasta superficie, el sol dejó de gobernar la tierra.
Liberio, llevado por una fuerza extraordinaria, fue hasta la colina y trazó un perímetro de no poca magnitud. Liberio buscó el sol, y lo encontró; pero ya no se sentía amenazado por sus destellos.
Sobre aquel perímetro se erigiría la que hoy en día se conoce como la mayor iglesia jamás construida en honor a la Virgen María, la basílica de Santa María la Mayor. Por eso, si haces el típico viaje de turismo a Roma de 5 días debes entrar y ver este enorme templo religioso.
Visitar la Basílica de Santa María Maggiore
Aunque en un origen, la basílica de Santa María la Mayor (año 431) se levantaría sobre unos planos bien determinados, a lo largo de los siglos se han ido anexando a ella numerosos segmentos de historia.
Entre ellos podemos destacar nada más y nada menos que:
- La Capilla Sixtina, creada por Domenico Fontana y Carlo Maderno para el papa Sixto V (no confundir con la que hay en el Vaticano).
- La Capilla Sforza, última obra del citado Miguel Ángel, quien antes de perecer ya anticipó en su trabajo lo que vendría a continuación: el período Barroco
- Capilla Paulina, con una arquitectura exacta a su hermana Sixtina, pero labrada veinticinco años más tarde
- Tumba de Bernini, Reliquias del Pesebre, paneles de mosaicos de épocas paleocristianas en adelante y, aunque no lo creáis, mucho más.
Pese a ser un símbolo representativo de la Virgen María -y de tratarse de un templo Patrimonio de la Humanidad, registrado por la UNESCO-, se trata de una basílica patriarcal.
Por ello, el Sumo Pontífice realiza diversas misas y actos en su interior, como la procesión del Corpus Christi, la cual culmina en ésta majestuosa basílica.
También, el 15 de agosto de cada año, un cardenal legado por el mismísimo papa, lleva a cabo la celebración de Asunción de la Virgen.
Y no es la única que el cardenal concurre, puesto que el 5 de agosto, tan solo diez días antes, tiene lugar una misa matinal conocida como la Fiesta de la Virgen de las Nieves, cuya celebración es acompañada de una lluvia de pétalos blancas, en conmemoración a la leyenda, y cuyo simbolismo va más allá de la nieve.
Cuando el papa Francisco salió elegido, decidió acudir el primer día de su pontificado a la basílica de Santa María la Mayor en un acto cargado de simbolismo: realizar una ofrenda floral y rezar ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani, cuyo significado es Protectora del Pueblo Romano.
Sin duda, es uno de los puntos más interesantes del mapa turístico de Roma que debes visitar.
España e Italia unidas por la Virgen de la Basílica de Santa María la Mayor
Y no solo porque el cardenal Santos Abril y Castelló, turolense de origen, fuese nombrado arcipreste de la basílica en el año 2011 por el propio Benedicto XVI, sino porque desde el año 1647, Felipe IV, con gran influencia católica y de poder de sobra conocido, amparándose en Constitución apostólica, demandó que la Monarquía española fuese tenida en consideración especial, a cambio, eso sí, de generosas rentas anuales.
Desde aquel momento, la Monarquía española ha sido protocanóniga honorario del Cabildo Liberiano. No obstante, durante la segunda República española y el primer Franquismo, aquellos privilegios se vieron interceptados y desestimados.
No sería hasta el 7 de agosto de 1953 -cuando la Santa Sede y España se pusieron de acuerdo para firmar el Concordato-, que el pacto sería restaurado. Así pues, el rey Juan Carlos I, en una ceremonia que tuvo lugar en el cabildo de la mismísima basílica de Santa María la Mayor, fue nombrado protocanónigo honorario, al igual que sus antepasados una vez lo fueron.
Como puedes ver la importancia de la Basílica de Santa María la Mayor es muy grande y es un monumento de obligada visita cuando vas de viaje a Roma. Es parte de la historia de este país y no te defraudará.
Seáis o no creyentes de la doctrina católica, la basílica de Santa María la Mayor se trata de un auténtico tesoro para el que casi os debéis la obligación de visionar; un mausoleo sagrado a más de diez siglos de historia; una parte reconocida del patrimonio histórico de la humanidad. Sería un pecado perdérselo.
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