Abundante en sitios de interés como en el resto de la ciudad eterna, el vecindario o gueto judío de Roma se despliega en calles e instituciones culturales, al frente del populoso Trastevere, al otro lado del río en dirección norte.
Historia del gueto de Roma
Antes del siglo XVI, el vecindario judío romano, estaba situado precisamente en el Trastevere y lo ocupaba mayoritariamente.
Fue por una bula del Papa Paulo IV, que sus vecinos fueron trasladados, confinados a lo que se consideraba en aquellos tiempos tierras insalubres y anegadizas, al otro lado del Tíber.
Desde entonces, mucha agua ha corrido bajo los puentes… Tras los ires y venires de los siglos, en algún momento «relativamente» reciente, dejó de ser realmente un gueto amurallado para convertirse en el sector afable que es hoy, donde se disfrutan los conciertos y las especialidades culinarias.
Se dice que las relaciones del poder con esta antigua comunidad romana, a lo largo de la historia de Roma, fueron menos difíciles que las de otras comunidades hebreas en otras partes del mundo, dado el importantísimo servicio de provisión, estudio e interpretación de las Santas Escrituras, para la Santa Sede.
Con todo y amarguras, aquello fue tabla de salvación para la comunidad hebreo-romana.
Hoy en día, su Sinagoga, realizada a principios del s. XX, se encuentra muy cerca de la margen norte del río, como en la búsqueda de una cercanía con aquella populosa barriada, con la que otrora tuvo un mutuo sentido de pertenencia y completa identificación.
Límites del gueto judío de Roma
Los hitos que actualmente definen como sector el gueto judío de Roma, dentro del barrio o rione de Sant’Angelo, pueden señalar su extensión territorial aproximada:
- El Pórtico de Octavia
- La Fuente de las Tortugas
- El Teatro de Marcelo (con el aspecto de un pequeño Coliseo)
- Puentes Fabricio y Cestio
- Isla Tiberina
Pero no definen sus caracteres hebraicos como lo hace la misma Sinagoga, hoy en día levantada en su lugar, silenciosa y solemne, como en un puesto de guardia.
Para percibir el carácter oriental, compenetrarse con su cultura y patrimonio, enriquecidos no sólo por los ritos autóctonos, sino además por los elementos propios de otras ramas judías como la sefardita, no queda más remedio al visitante que recorrer sus calles, interactuar con su gente, y conocer una de las comunidades israelitas mejor relacionadas y evolucionadas dentro del mundo occidental cristiano, sin perder para ello, ni un ápice de su propio legado.
ViajesAristocráticos says
La verdad es que estoy fascinada con toda Roma…
ViajesAristocráticos says
A nosotros también nos fascinó el lugar. Aquí os dejos el link con nuestras impresiones http://www.viajesaristocraticos.com/2013/12/Barrio-Judio-Roma.html