Una de las muchas cosas que son gratis en Roma es el agua. Y hay varias curiosidades que tienen que ver con este líquido elemento que deberías conocer:
Agua potable
A diferencia de otras ciudades donde el agua pública no es potable y el visitante tiene que destinar parte de su presupuesto a la compra de botellas, las cuales además suelen ser caras para el turista, en Roma encontraremos repartidas por toda la ciudad más de 2000 pequeñas fuentes de agua potable y fresca.
Estas fuentes son conocidas con el nombre de “nasone” por la forma curvada de su grifo y por la que el agua brota constantemente.
Originariamente el grifo terminaba en una cabeza de dragón, de estas sólo quedan 3, una de ellas frente al Panteón de Roma.
Para beber directamente de la fuente hay que tapar con el dedo el “nasone” impidiendo que salga el agua, esto hará que por otro pequeño orificio, situado en su parte superior, brote el agua. Una original idea fácil e higiénica.
Fontana delle Tartarughe
Otra curiosidad la encontramos en la Piazza Mattei, en la bonita Fontana delle Tartarughe que la decora, realizada en mármol y bronce por Giacomo Della Porta.
Sobre 4 conchas hay apoyados 4 efebos y 4 delfines, aunque originariamente estaba diseñada con 8 de estos animales.
La falta de presión del agua hizo que finalmente se instalaran 4 y los otros se llevaron a otra fuente, actualmente en la Chiesa Nuova.
Esta fuente del siglo XVI tiene en su parte superior un cuenco con 4 tortugas, atribuidas a Bernini, las cuales han sido robadas en varias ocasiones y por suerte siempre recuperadas, hasta que en el año 1981 una de ellas fue sustraída y perdida para siempre.
Este fue el motivo por el que las tortugas fueron reemplazadas por réplicas y las 3 originales que quedan se exponen actualmente en los Museos Capitolinos.
Piazza Vittorio Emanuelle II
Una curiosa puerta mágica se esconde en los jardines de la Piazza Vittorio Emanuelle II.
En el año 1680, el Marqués Massimiliano Palombara, conocido en Roma por ser un gran aficionado al esoterismo y a la alquimia, grabó en el marco de una puerta de su palacio las instrucciones para convertir el plomo en oro.
Actualmente de ese palacio ya no queda nada, excepto la puerta que ahora forma parte de un muro de estos jardines cercanos a la estación de Termini y a cuyos lados se han instalado 2 estatuas dedicadas al dios Bes, encontradas en las excavaciones arqueológicas del Palazzo del Quirinale.
Nadie ha conseguido aún descifrar esas instrucciones que la puerta muestra. Si te animas a intentarlo puedes acercarte y leer la inscripción.
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