Si vas a visitar Roma o tienes el hotel en Trastevere no te puedes perder un agradable paseo hasta el Gianicolo o Janículo (en español) y subir esta antigua colina cuyo nombre está dedicado al dios Giano o Jano, antigua y misteriosa divinidad de la civilización romana protector los comienzos y los finales y, como consecuencia, del tiempo.
Una placentera caminata que te permitirá disfrutar visualmente de impresionantes vistas de la Ciudad Eterna.
Vistas desde el Gianicolo
Además de la vista panorámica del centro histórico de Roma, que se encuentra al pie de la colina, el Gianicolo parece conservar el ambiente sagrado que había en la época de los antiguos romanos.
Hace dos mil años este lugar albergó los bosques sagrados y santuarios. La leyenda relata que el mismo Jano vivió aquí. Hoy, de esos mitos, queda la paz que se respira al llegar a su cima.
La tranquilidad y una suave brisa acaricia los momentos de relajación o romanticismo de los visitantes que llegan al Gianicolo, una tranquilidad que se rompe sólo al mediodía, momento exacto en el que un cañón es disparado diariamente para informar a la ciudad romana que son las 12h.
Esta medida, introducida por Pío IX en 1846, se hizo para evitar que las campanas de las iglesias romanas repicaran a destiempo creando confusión.
Además del ejército que dispara las salvas y el magnífico paisaje, en el Janículo nos encontraremos con importantes monumentos de la historia de Roma y de Italia.
En la imagen que ilustra este artículo podemos ver el bello faro Manfredi que, con más de 100 años de antigüedad, ilumina las noches con los colores de la bandera de Italia, verde, blanco y rojo.
Hay dos imponentes monumentos ecuestres, uno representa al famoso patriota italiano Garibaldi, hecho en bronce sobre base de mármol, y otro representa a la esposa del héroe italiano, Anita, también a caballo mostrada con valentía.
Además de Garibaldi, otros protagonistas de la Unificación de Italia se encuentran repartidos por el Gianicolo en forma de bustos de mármol, como La Marmora, Nino Bixio y Ricciotti Garibaldi. Estos se conocen como Bustos del Resurgimiento.
¿Qué ver en el Janículo?
Pero es seguramente la Iglesia de San Pietro in Montorio, el sitio más conocido del Janículo, una iglesia muy antigua construida en el lugar donde, según la leyenda, San Pedro fue crucificado.
La iglesia es conocida por su patio interno donde se encuentra el famoso templete de Bramante, una pequeña joya de la arquitectura renacentista y de la perfecta armonía geométrica que incorpora muchos aspectos de las construcciones de la antigua Roma.
Otro monumento que encontraremos es la Fontana dell’Acqua Paola, también conocida como Fontanone, recibía agua del antiguo acueducto romano que baja del valle con un efecto cascada.
Tiene una gran piscina central de mármol blanco, columnas extraídas del Foro, nichos que forman arcos y todos los elementos barrocos que hoy podemos observar.
El Fontanone, sin ser tan famoso como las fuentes de Piazza Navona, la Fontana de Trevi o la de Piazza Barberini, es una de las fuentes más bellas que se pueden ver hoy en día.
Como ves el Trastevere está lleno de lugares sorprendentes y acercarse al Gianicolo dando un agradable paseo al atardecer, es la mejor forma de relajarse tras un día agotador de visitas en tu viaje a Roma.
Por cierto, en esta zona tienes uno de los pocos hoteles en Roma con piscina, Hotel del Gianicolo, muy recomendable si visitas la ciudad eterna en verano y deseas refrescarte en su jardín.
Y si quieres una estancia romántica en Trastevere, sin duda el Donna Camilla Savelli, un hotel encantador de amplias habitaciones, con bellos jardines y antiguas grutas convertidas en restaurante.
Hola!
Sé cómo llegar a la fuente de Acqua Paola pues ya estuve por ahí hace un par de años. Bueno, creo que sé porque me tuve que ayudar de un plano pero lo conseguí.
En breve estaré por ahí de nuevo y me gustaría saber por dónde llegar al cañón porque estoy indagando por Internet pero no acabo de dar con la situación exacta y me encantaría estar presente en el mometo del cañonazo.
A ver si consigo respuesta rápida 🙂 🙂
Ah, y si hay algún bus o algo me gustaría saber qué número se acerca por ahí porque aún recuerdo la subidita……
Muchas gracias!!!!
Hola,
El cañón se encuentra en la misma plaza Garibaldi, en un saliente que se observa desde el propio mirador.
EL bus 115 te lleva hasta allí.
En este plano del Gianicolo puedes ver el lugar exacto y las paradas del autobús.
Un saludo y buen viaje!
Perdón por no haber contestado antes.
Muchísimas gracias por la información.
Ni qué decir que llegué a tiempo al cañonazo jeje.
¡Genial que llegaras a tiempo para verlo!
Lo espectacular del lugar son las vistas desde el mirador más que el cañonazo, pero no deja de ser curioso y simpático de ver ya que se está allí.
¡Síii! desde luego que las vistas son lo mejor pero yo ya lo conocía 🙂
Lo que me había perdido, era precisamente el cañonazo y tenía muchísimas ganas de verlo.
Tengo un blog en el que hablo mucho sobre Roma y sus rincones y a veces me encanta poder ver y hacer cosas no tan emblemáticas y luego contarlas.
Gracias por todo!
Tienes un blog muy entretenido y con visitas curiosas.
Gracias a ti por compartirlo.
Dimos un buen paseo para subir al Gianicolo, la verdad es que te lleva un rato subir pero merece la pena por las vistas y el monumento a Garibaldi. La subida es algo empinada pero tampoco es muy dura, lo malo que era verano y el calor apretaba un poco. Si no quieres andar tienes varios autobuses que atraviesan la colina.
Fuimos con algo de prisa tratando de llegar a los cañonazos pero no llegamos a tiempo, una pena. Tomamos unas cuantas fotos, disfrutamos de las mejores vistas de Roma y bajamos hacia la fuente Acqua de Paola. De ahí todo recto siguiendo el camino llegamos a San Pietro in Montorino con el Templete de Bramante, nos encantó.
Seguimos la cuesta hacia abajo y llegamos a la Iglesia de Santa María en Trastevere, ¡y nos comimos un helado riquísimo!
La subida costo un poco, pero la bajada fue muy agradable, y el helado en esa zona tan bonita inmejorable.
Ahhh el templo de Bramante!
A mi también me encantó.
Y me sorprendió el monumento a los caídos por Roma, que por la parte de atrás hay unas escaleras donde accedes a una especie de sótano con las paredes forradas de lápidas.
No dejaban hacer fotos y había cámaras de seguridad, así que no me arriesgué.
Preciosa toda la zona del Gianicolo. Y hay un montón de cosas para ver por ahí. Una pasada, de verdad.