Este gran edificio de tres plantas, que en la actualidad alberga la embajada de Francia en Italia, fue construido a partir del año 1514 por orden del cardenal Alejandro Farnesio que llegó a ser el Papa Pablo III.
Antonio Sangallo inició la obra que, tras su muerte, continuó Miguel Ángel realizando la cornisa y Giacomo della Porta, este último realizó la parte trasera de la fachada que mira al río Tiber.
El Palacio Farnesio tardó siete décadas en finalizarse y es considerado como uno de los edificios más bellos del Renacimiento, sobre todo por sus frescos pintados por artistas como Salviati, Volterra o Carracci.
Palacio Farnesio, una maravilla arquitectónica
El edificio posee una fachada de ladrillos con aristas en travertino. Cada piso tiene 13 ventanas con distintas decoraciones mientras que las del piso insigne están coronadas de frontones sucesivamente curvilíneos y triangulares.
Este monumento está ubicado en la Piazza Farnese, un lugar donde están situadas las fuentes construidas con las bañeras de granito que se extrajeron de las Termas de Caracalla.
La belleza arquitectónica del Palacio Farnesio puede apreciarse desde el ingreso, accediendo a través de un vestíbulo con bóvedas y tres naves que están separadas por columnas características del orden arquitectónico dórico en granito rojo.
Otro de los grandes atractivos de este monumento es la Gran Galería, con una majestuosa decoración de frescos en vivos colores con un bosquejo similar a la Capilla Sixtina y donde el color azul predomina en la obra.
Muchos palacios europeos copiaron esta idea para las decoraciones de sus salones.
Al ser actualmente este monumento la sede de la embajada francesa, hay ciertas complicaciones y restricciones a la hora de visitarlo.
La reserva debe hacerse varios meses antes de la visita y el visitante deberá presentarse con el documento de identidad y la reserva confirmada en la entrada al edificio sin bolsas o mochilas.
Además está totalmente prohibido tomar fotografías o filmar vídeos.
No se permite el acceso a menores de 10 años y la guía es sólo en idioma italiano y francés de 45 minutos de duración. Excepcionalmente en inglés una visita a la semana.
El precio es de 5€.
Todas las restricciones permanecerán hasta el año 2035 ya que en esa fecha expirará la cesión hecha por Italia a Francia del histórico monumento.
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